Luisana Brito, luisanablaverdad@gmail.com.- Sobre un terreno de alto riesgo, casas en ruinas, con filtraciones y fallas en los servicios públicos, sobreviven las familias del sector Cerro Caído, en La Guaira. Vecinos denuncian ocupaciones arbitrarias de los terrenos desocupados.
Tras verse afectados por los deslaves del 99, fueron censados por el Instituto Autónomo de la Vivienda del Estado Vargas (Ivivar) y la Gobernación, y le dieron prioridad a la mitad de la población.
“Las casas que no fueron derrumbadas fueron invadidas por personas que no tenían donde vivir. Éramos 130, le dieron casa a 65 y ahora somos 130 otra vez, pero no nos dan soluciones; quedamos igual o peor, porque el terreno ha cedido”, se quejó Juan Salazar.
La última adjudicación fue hace menos de siete años. “Dijeron que iban a sacar a todos pero no hemos visto ni señales de humo. Los que tenemos titulo supletorio no podemos meterle mano a las casas porque sería dinero perdido, pero tampoco podemos seguir viviendo en la desidia”.
Con las lluvias crece el temor de derrumbes
Con la llegada de las lluvias, crece el temor de que se terminen de caer las casas que han sido reparadas con tablas y alambres por la misma comunidad. “Si cae una lloviznita salimos corriendo; tenemos miedo de que las paredes y los techos nos caigan encima”, alertó Gustavo Llanos.
Refirió que el servicio de agua por tubería es escaso y que tienen dos meses sin el suministro, lo que les obliga a cargar de la montaña. Pero esto también se hace cuesta arriba porque las escaleras tienen fallas.
“Las tuberías están tapadas con tierra y todavía no han encontrado la manera de destaparlas. Hay que levantarse temprano, agarrar los tobos y subir a cargar porque ni con cisterna se puede”.
Son víctimas contantes de apagones de hasta 24 horas. “Nuestras calles permanecen a oscuras porque no hay alumbrado público y todas las semanas se va la luz quemando los electrodomésticos”.LB