*Vecinos y testigos denuncian presunta alteración de la escena del crimen
María Elena Moreno.- “Queremos que esa delincuente pague y no sea tratada con preferencias” exclamó a todo pulmón William Cartaya este lunes a las afueras de la funeraria donde velaron a su hermano Luis Blanco quien fue asesinado por su pareja el fin de semana.
Decenas de familiares y amigos se unieron a su dolor y exigieron que caiga “todo el peso de la ley” a Ilse Isonelly Echarry Cartaya (47) a quien aseguran le dan un trato no adecuado solo porque trabajaba como cocinera en el Sebin.
“Vemos como ellos están protegiendo a esta delincuente que acabó con la vida de mi hermano y en público dijo sin ningún remordimiento que ella prácticamente era intocable” dijo Cartaya al tiempo que sentenció que todos los dolientes quieren una respuesta contundente de lo contrario seguirán las manifestaciones.
Lo que llamó más la atención de estas personas es que aparentemente Echarry permaneció retenida en las instalaciones del Sebin y no en el Cicpc que es el cuerpo creado y facultado para llevar lo concerniente a homicidios. En el otro organismo “como trabaja allí ni siquiera la tenían esposada”.
Comenta que cuando la mujer se presentó a la medicatura forense, donde sería examinada tras denunciar una presunta agresión de Luis Blanco, “como si nada hubiese pasado, bien maquillada y arreglada, burlándose de nosotros porque insistía en que ella no pagaría nada”.
A la manifestación llegaron los representantes del Cicpc quienes aclararon a los presentes que la detenida ya fue presentada ante el Ministerio Público y que todos lo organismos cumplirán con el procedimiento pertinente que culminará en su condena por homicidio calificado.
Algunos de los presentes, que prefirieron el anonimato, reprocharon incluso que un grupo de personas supuestamente haya ingresado al apartamento para alterar la escena del crimen. Dicen que en algunas paredes pintaron para borrar los rastros de sangre, esto quieren que sea analizado con lupa por los detectives.
“Sus celos enfermos terminaron con la vida de mi padre”
Entre lágrimas Leina Blanco exigió a las autoridades que el caso de su padre no quede impune al tiempo que refirió que la detenida era una “enferma de celos”, que no dejaba ni siquiera que su padre la contactara.
“Lo celaba hasta de mí, esa mujer es una enferma mental que siempre peleaba con él y este fue el triste desenlace. Yo no podía ni llamarlo” pudo decir con mucho dolor.
Opinión similar ofreció Maira Rojas, quien además fue de las vecinas que intentó auxiliarlo, señaló que “los celos fueron la causa de todo este incidente. Él no podía saludar a mujeres, le daba miedo hacerlo. Ella es una mujer mala que lo hacía incluso dormir en su carro por castigo. Además tenía muy mala bebida” comentó mientras recordó la actitud prepotente de Echarry cuando salió de casa el día del asesinato. /MEM