En las fábricas de ropa escolar faltan desde las telas hasta los cierres, además de repuestos para reparar las máquinas de coser. Estas debilidades han creado una merma en la producción, que se ve reflejada en las tiendas, a las que solo llega el 30% de los pedidos.
Edna de Abreu, encargada de Vene Modas en Catia la Mar, explicó que “hay menos marcas que antes, además de menos tallas. Hay unas que ya se agotaron y no sabemos si llegarán nuevamente. También notamos que los despachos se han prolongado, pues antes nos llegaban los pedidos en dos o tres semanas y ahora pasan hasta tres meses”.
El alza fue superior al 200% en tan solo un año, porque la materia prima se encareció. Muchas otras tiendas en la zona informaron no tener respuesta de los proveedores. Cada vez son menos los maniquíes que se observan con ropa escolar en las vidrieras.
De Abreu, destacó que las ventas han disminuido. “La gente compra menos cantidad y acá como tenemos la opción de sistema de apartado vemos algo de movimiento. Van apartando y comprando, porque no sabemos si las prendas se agoten y no lleguen”.
Explicó que el año pasado daban plazo de hasta dos meses para cancelar las prendas, pero actualmente se redujo a máximo uno. “Con tanta escasez no se puede tener toda la mercancía apartada. Hay que ofrecer lo que hay”. /MEM/ar