María Elena Moreno, memlaverdad@gmail.com.- En un dolor de cabeza se convirtió comprar jamón y queso para las amas de casa, quienes deben zanquear entre negocios cazando ofertas para estirar la quincena. Además conseguir variedad se ha vuelto cuesta arriba, pues los despachos llegan chucutos, según comentan los charcuteros.
Jesús Ramírez, asegura que “la falta de materia prima para los empaques, así como de leche y conservantes, han causado una baja en la producción. Por lo menos la mortadela llega graneada y muy cara”. El kilo de la ahumada supera los 600 bolívares, mientras que la de tapara alcanzó los 900.
Al menos tres veces por mes se disparan los quesos blancos, y el más barato, que es el requesón, no baja de 500 bolívares. “El queso amarillo es el más caro y está sobre los dos mil bolívares. Con cada despacho se ajustan las listas”.
El jamón más barato está sobre los Bs. 1.300, precio que poco a poco lo ha agregado a la lista de lujos.
Muchos resuelven con recortes y queso blanco rallado, que se ubica sobre los 500 bolívares. “Cada vez tenemos menos opciones, porque hasta las sardinas dejaron de ser baratas. Hay que hacer magia para comer”, dijo Estela Yépez. /MEM/ar