Ronald José Flores Vásquez (47), es todo un actor y maestro de la simulación, pues durante años se hizo pasar como cirujano estético, en las mañanas y como odontólogo por las tardes en consultorios chimbos y hasta “un laboratorio”, que montó en Barquisimeto, Lara.
Todo le salió tan bien que “ejerció sus profesiones”, durante varios años, sin problemas, pero se sentía tan sobrado, que se salió de su cauce delincuencial para cometer otro delito: violencia agravada, y fue por esto que lo buscaron y le descubrieron todas sus trampas.
Efectivos del Cuerpo de Investigaciones, Científicas, Penales y Criminalísticas lo localizaron en una de sus clínicas esténicas y le solicitaron al “doctor” que presentara los títulos que le avalaban para realizar los trabajos que ofrecía, pero todo lo que enseñó sobre su supuesta profesión y especialidades era falso.
Al inspeccionar el falso consultorio que poseía hallaron una lupa frontal, 18 pinzas, un mango de bisturí, dos exploradores de uso odontológico, cinco pinzas de cura, nueve cánulas de succión, un protector para cánula, 24 agujas espinales, seis bandejas, 44 jeringas.
También encontraron talonarios de récipes, 14 certificados de diferentes instituciones de cosmetología, un libro de cirugía estética, un vehículo Chevrolet Optra Advance, placa AD292RK, un Mitsubishi Lancer, placa KAG50G, y un celular.
La información fue suministrada por el director nacional del Cicpc Douglas Rico, quien adicionó que Ronald José Flores Vásquez, venía recurriendo a estas prácticas durante tres años.
Por Ronald Peñaranda