Falleció Tomiko Itooka, la abuela más anciana del mundo, de 116 años
Tomiko Itooka, considerada la persona más longeva del mundo según el Guinness World Records (GWR), falleció el pasado 29 de diciembre a la edad de 116 años en un hogar de ancianos en Ashiya, prefectura de Hyogo, Japón.
Nacida el 23 de mayo de 1908 en Osaka, Itooka destacó desde joven como jugadora de voleibol en su instituto. Su vida estuvo marcada por décadas de cambios históricos en Japón, convirtiéndose en un símbolo de longevidad.
El anuncio de su deceso fue hecho por Yoshitsugu Nagata, funcionario encargado de políticas para la tercera edad en Ashiya. Itooka vivió sus últimos años en una residencia de ancianos, donde recibía cuidados especializados.
“Murió en su residencia de ancianos en Ashiya, prefectura de Hyōgo, la noche del 29 de diciembre de 2024, donde residió durante los últimos cinco años. Tomiko obtuvo el título de mujer viva más longeva y persona viva más longeva en agosto de 2024, tras la muerte de María Branyas Morera, de 117 años”.
Tomiko se casó a los 20 años y tuvo dos hijas y dos hijos. A los 32 años, cuando Japón se unió a la Segunda Guerra Mundial, administró la fábrica textil de su marido. En su vejez disfrutaba pasar su tiempo haciendo senderismo y escalada.
Japón es conocido por tener una de las poblaciones más longevas del mundo, con un gran número de personas que superan los 100 años. La historia de Itooka resalta la importancia del cuidado a la tercera edad y deja un legado de fortaleza y perseverancia que será recordado.
Una brasileña ahora obtiene el título
Tras la muerte, Inah Canabarro Lucas, una monja brasileña, pasa a ser la persona más longeva del mundo a la edad de 116 años y 210 días. Inah también es la monja más anciana del mundo.
La religiosa nació el 8 de junio de 1908 en Sao Francisco de Assis en Rio Grande do Sul, Brasil. A los 16 años comenzó su viaje religioso. Estudió en el internado Santa Teresa de Jesús, en Santana do Livramento, y luego se trasladó a Montevideo donde hizo sus votos en 1928. Hasta 1980, Inah se destacó como docente de portugués y matemáticas.