Con mucho dolor recibimos la infausta noticia de la muerte repentina del doctor Alexander Quintero, quien por muchos años ejerció su carrera de medicina en el estado y estuvo en el ambulatorio de la Fundación Regional Niño Simón, donde con mucho amor y mística atendía a sus pacientes, sobre todo a las personas de la tercera edad.
Quintero era un hombre entregado al trabajo, con una gran calidad humana y sus manos siempre tendidas al prójimo.
Destacaba en las jornadas de salud e inspiraba a las nuevas generaciones porque realmente era un médico de vocación, para él lo más importante era el paciente y se esmeraba en lograr su mejoría.
Se ganó el afecto del pueblo guaireño y para el momento de sus deceso estaba trabajando en la Fundación Nacional Niño Simón, presidido por María de García Carneiro, ocupando el cargo de gerente de Atención Integral.
Con mucha tristeza despiden a ese gran hombre que dejó huellas profundas por su gran trabajo y amor inmensurable por el prójimo. ¡Vuela alto doctor Alexander, que Dios te acoja en su seno!BR/jd