Para Alfredo González y Manuel de Abreu, choferes con más de 30 años de experiencia conduciendo gandolas desde y hacia el Puerto de La Guaira, los recurrentes accidentes en la autopista Caracas-La Guaira son consecuencia de fallas mecánicas y de choferes inexpertos que no toman previsión en la bajada de la autopista.
“Hay fallas, como por ejemplo que el cerro le quita visibilidad a la rampa, no hay suficiente señalización y la estructura debe se reparada”, dijo González, quien ha pasado por momentos difíciles en la bajada, pero ha podido superarlos, pero los que no conocen la autopista, a veces tienen problemas.
De Abreu informó que se requieren señales y que no hayan obstáculos. “Los que no tienen conocimiento bajan con su vehículo suelto desde que salen de Catia hasta El Trébol. Cuando consiguen ese espacio plano creen que lo demás es igual y ya no hay cómo frenar porque los frenos están calientes”.
Reiteró que debería haber GNB o policías para que alerten cuando una gandola está echando humo. “Esta es una vía de alto riesgo y los más jóvenes tienen que tomar sus precauciones”.