Diez personas murieron y decenas resultaron heridas este lunes por una explosión ocurrida en un vagón del metro de San Petersburgo, según las autoridades rusas, que no descartaron un ataque terrorista.
El presidente ruso, Vladimir Putin, que se encontraba en esa ciudad para participar en un encuentro con periodistas locales, dio su pésame por las víctimas durante un breve discurso televisado, poco antes de entrevistarse con su homólogo bielorruso, Alexandre Lukashenko.
«Por desgracia, hemos empezado nuestro encuentro con este trágico acontecimiento. Las causas todavía se desconocen y aún es pronto para hablar de ellas, la investigación las determinará», declaró Putin. «Por supuesto, siempre estudiamos todas las posibilidades: accidental, criminal y, sobre todo, un acto con carácter terrorista», añadió.
«La oficina del fiscal ha empezado a investigar la explosión en un vagón del tren» en la estación del Instituto Tecnológico de la ciudad, indicó la fiscalía en un comunicado.
Andrei Kibitov, portavoz del gobernador de la segunda ciudad de Rusia, dio un balance de diez muertos y casi 50 heridos, en declaraciones al canal de televisión Rossiya-24.
«La explosión tuvo lugar en uno de los vagones. Hay víctimas», había indicado en un primer momento una fuente de las fuerzas de seguridad a la agencia pública Ria Novosti.
Un grupo de investigadores acudió al lugar de los hechos para analizar los primeros elementos, anunció la fiscalía de San Petersburgo en un comunicado.
El portavoz del comité antiterrorista ruso, Andrei Przhezdomsky, declaró en televisión que la explosión ocurrió a las 14h40 locales (11h40 GMT), en un vagón de metro que circulaba entre las estaciones del Instituto Tecnológico y de Sennaya.
Las autoridades cerraron todas las estaciones de metro, según el servicio de comunicación del mismo citado por la agencia Interfax. El tren en el que estalló la bomba se encontraba entre esas dos paradas en el suroeste de San Petersburgo.
La ciudad también cerró el tráfico en el Prospekt de Moscú, una larga avenida de San Petersburgo, en la que las ambulancias se dirigían a toda velocidad hacia el lugar de la explosión, comprobó un corresponsal de la AFP.
«Mi madre estaba en el metro, no sé cómo está, no logro contactar con ella», explicó Natalia, una mujer que esperaba a las afueras de la estación del Instituto Tecnológico.
La organización Estado Islámico (EI) había llamado a atacar Rusia a raíz de la intervención rusa en apoyo de las fuerzas de Bashar al Asad en Siria, desde septiembre de 2015. Rusia ha sido desde entonces víctima de varios atentados, pero todos tuvieron lugar en las inestables repúblicas rusas del Cáucaso. Los servicios de seguridad rusos anunciaron en varias ocasiones haber desmantelado células yihadistas que se disponían a atacar Moscú y San Petersburgo.