Luisana Brito.- Aunque la Gobernación ha hecho un esfuerzo por abastecer a las panaderías del estado con insumos, estos parecen ser insuficientes para mantener una buena producción diaria, por lo que los consumidores piden aumentar el horario de la venta ya que tienen que hacer cola de hasta media hora para comprarlo.
Las panaderías han abandonado la producción de canillas y se han enfocado en los cachitos y pastelitos “para sobrevivir”, pues no reciben despachos de azúcar desde hace meses.
Según José Soto, coordinador de operaciones de la Sunagro, las panaderías industriales y artesanales cuentan con trigo para trabajar por tres meses más, la semana pasada le distribuyeron 17 mil kilos de mantequilla repostera.
Destaca que esta semana se espera de un cargamento de 90 toneladas de azúcar.
Vargas antes solo contaba con 5% de la producción de los Molinos Hidalgo, sin embargo con la nueva orden del Conglomerado de Trigo debe ser de 50%. “Las panaderías tienen trigo suficiente como para hacer pan sobado, campesino y canillas sin dificultades”.
Ricardo Jardín, encargado de Inversiones Doña Rosa 73, en Maiquetía, sostiene que la falta de azúcar dificulta la elaboración de pan sobado y francés. “Hacemos solo campesino porque es el único que no lleva azúcar. No hemos parado de trabajar porque se venden muy rápido”.
Señala que los dulces también se ven afectados. “No se puede hacer variedad como antes porque no se consigue azúcar ni manteca. Además los precios están por las nubes. Si se hace la inversión, jamás podríamos sacar las ganancias porque no lo van a comprar”.
Hay panaderías que solo hacen pan dos veces al día, lo que obliga al consumidor a cazar el alimento que les permite mitigar el “hambre”, mientras llega la harina de maíz PAN.
“No hay pan”
Al mediodía Alicia González había recorrido más de cinco panaderías desde Pariata, en Carlos Soublette, hasta Maiquetía, para comprar pan, sin embargo lo único que escuchó fue “no hay”.
“¿Cómo es posible que digan que no hay harina? ¿Y de dónde sacan para llenar las vidrieras con pan dulce y tortas? Es pura sinverguenzura de los panaderos, porque harina hay. Ahí se ve”, dice con amargura.
Luis Rodríguez afirma por su parte que “unas tremendas colas en los pocos lugares donde hay pan es lo que uno ve desde hace días. Yo no las hago. Prefiero comprar cambur verde, lo sancocho y me lo como, porque además un sobado me cuesta 400 bolívares, eso se lo come un hijo mío en la cena y en mi casa somos seis”.
Lourdes Ávila propone que “deberían bajar los precios del pan sobre todo el sobado. Una canilla cuesta 200 bolívares y son delgaditas, no les cabe ni una rebanada de queso. Yo quiero salir en la mañana o en la tarde y saber que puedo conseguir pan a cualquier hora y no esperar hasta que lo hagan”.