El ex tesorero Alejandro Andrade, condenado a diez años de prisión en Estados Unidos por lavado de dinero, podría quedar libre a inicios del próximo año tras recibir un recorte de 65% de su sentencia por colaborar con las autoridades estadounidenses en sus investigaciones sobre corruptos venezolanos.
La sentencia de Andrade, quien se había declarado culpable de participar en el lavado de al menos $1.000 millones defraudados al Estado venezolano, quedó reducida a tres años y medio de prisión, con lo que su liberación podría concretarse a mediados del 2022, o incluso tan temprano como febrero o marzo, tomando en cuenta que los reos generalmente pagan solo un 85% de sus penas. Andrade comenzó a cumplir su sentencia en febrero del 2019.
La decisión constituye un recorte inusualmente grande de una sentencia aplicada en Estados Unidos. Por lo general, los prisioneros reciben reducciones equivalentes a un tercio de sus penas por buena conducta y por asistir a las autoridades en sus investigaciones.
Para obtener una sentencia leve, el también conocido como «El Tuerto Andrade» había sellado un acuerdo de culpabilidad con la fiscalía, en el que se había comprometido a colaborar en las investigaciones del gobierno estadounidense.
A través de ese pacto entregó también a las autoridades más de 260 millones de dólares en efectivo y activos, incluyendo una mansión en la playa de la elegante ciudad de Palm Beach, vehículos de lujo, caballos de salto y relojes Rolex.
Su colaboración con los fiscales ha ayudado al gobierno ha presentar acusaciones contra otros venezolanos involucrados en lavado de dinero, entre ellos el empresario de la televisión Raúl Gorrín, que según los cargos que enfrenta habría pagado millones de dólares a funcionarios para comprar millones de dólares a precios subsidiados que luego revendía en el mercado negro.
Gorrín, uno de los propietarios de Globovisión, está prófugo de la justicia estadounidense y ha negado su participación en negocios corruptos.