Lorena Correa, Loreclaverdad@gmail.com.- “No podemos tapar el sol con un dedo. Sí estamos en un estado de emergencia, más del 70% de las unidades están accidentadas, y el 30% operativo está trabajando a duras penas para cubrir la demanda. Es importante que se realice una feria de repuestos, porque a la Proveeduría llega muy poco y no cubre ni la cuarta parte de las líneas”, aseguró Francisco Quevedo, presidente de la Cámara de Transporte Público del Estado Vargas.
Informa que evalúan la posibilidad de declararse en emergencia, para que las autoridades del estado se encarguen de solicitarle a los proveedores de autopartes, los repuestos a un precio justo.
“El 70% de las unidades de la ruta Catia la Mar-Caribe son carros Iveco, y en Vargas ya no se consiguen repuestos de esa marca. Las tres tiendas existentes, desde hace más de seis meses, no distribuyen. Cada día es mas complicada la adquisición, debemos zanquear en diferentes estados”.
Indica que continúan resolviendo con piezas de segunda mano, pero esto ha traído el auge de la inseguridad. “Se están robando los autobuses para sacarles las piezas, ya varias unidades han sido secuestradas, dejando al conductor a la deriva en cualquier lugar alejado de la civilización”.
Señala que la mayoría de las unidades están accidentadas por cauchos, y se las tienen que ingeniar comprando “chivas”, que duran solo tres semanas, dependiendo de la “rosca” que le den. “Los conductores que están pagando giros deben poner a trabajar el carro a como de lugar, para poder cancelar las deudas y mantenerse al día con las cuotas. Los repuestos que tienen precios establecidos de Bs. 10 mil, los venden hasta en Bs. 15 mil”.
Cambian de motor como una alternativa
Quevedo informa que los transportistas están optando por cambiar los motores de gasoil a gasolina, ya que no se consiguen los repuestos para el motor de gasoil. “La idea es buscar un plan B para sobrevivir ante la crisis, nos estamos adaptando para continuar operativos”.
Destaca que los carros que hacen transporte privado no descuidan a los pasajeros, pues solo lo hacen dos veces al día para luego retomar sus labores. “No podemos obligarlos a trabajar sobre tiempo, están resolviendo con esta medida para lograr subsistir y mantener la unidad”. LC/ep