Luisana Brito.- Si la Universidad Simón Bolívar no obtiene respuesta favorables sobre el presupuesto asignado por la Oficina de Planificación del Sector Universitario (OPSU), serán los mismo estudiantes quienes tendrán que costear el verano.
Este viernes 1˚ de julio cesaron las actividades académicas, por lo que se preparan para iniciar la inscripción del programa educativo que permite adelantar o superar materias, según lo explicó el dirigente gremial, Elvin Barreto.
“Si esto es así, algunos estudiantes no podrán cursar el verano. Por otra parte, esto llevaría al cese de sus estudios, porque se cancela de acuerdo a la oferta de la materia y a las unidades tributarias. No todo el alumnado tiene las posibilidades de cancelarlo”.
También comentó que los servicios como el comedor y el transporte funcionan a su mínima capacidad. Aunque el Gobierno Nacional canceló una parte de la deuda, el costo del mantenimiento de las unidades va en ascenso.
“Muchos estudiantes por razones socioeconómicas han tenido que renunciar a su formación académica; además no están dedicados a sus estudios en un 100% porque están trabajando y abandonan. La situación de la Simón Bolívar es crítica, pero hay otras universidades que están en peores condiciones”.
Otras situaciones que afectan a la universidad son la deserción estudiantil y la fuga de talento de los profesores y obreros en busca de mejoras salariales.
“El sueldo no nos alcanza ni siquiera para comprar una cuarta parte de la cesta básica. Ni hablar de los planes de crecimiento de la institución que se quedaron a mitad de camino. Nosotros seguimos luchando por mejoras salariales, reivindicaciones sociales y por la posibilidad de mantener la calidad educativa, porque tenemos potencial en nuestra casa de estudios para el desarrollo de nuestro país”.LB/jd