María Lourdes Arráez, mlalaverdad@gmail.com.- “Las aulas sin barrera, son un experimento de la exministra Maryann Hanson que no funcionó, hace dos años ella quiso integrar a los niños de educación especial a las aulas regulares, y eso es imposible porque hay niños que tienen distintas discapacidades y requieren distintas atenciones. Resulta que ahora los niños están como población flotante, están negándoles su derecho al estudio”, explica Yanoski Hernández, representante de un niño con condición especial.
Exige al Gobierno nacional y regional tomar con seriedad la educación de sus hijos, pues les duele que no tengan una escuela a dónde ir.
“No es posible que aquí en Vargas se gaste el dinero para hacer ferias, para hacer fiestas y tanta cosas políticas, y no se tenga en cuenta esta problemática”. Destaca que quieren una sede, con personal capacitado para atenderlos.
Faltan recursos
Betty de Sosa, vocera de los representantes de niños con necesidades especiales, explica que a su hija el año anterior la asignaron en un aula de la escuela República de El Salvador, pero actualmente no le han informado dónde está asignada.
“Dicen que va a volver a estudiar ahí, que hay una docente asignada, sin embargo, fui a hablar con la docente y vimos el aula, y prácticamente es un depósito donde se guardan todas las cosas de la escuela, no tiene baño, ni es apto para ellos. No cuentan con una auxiliar, por eso mientras que ella está limpiando a uno de los niños, los otros niños ya hacen el desastre, por lo que el año pasado le dictaban sólo dos horas de clase, porque era difícil atender a diez niños ella sola”.
Manifiesta que estos niños merecen educarse igual que cualquier otro. “Nos dicen que los niños están asignados a un aula prestada en una institución educativa, pero resulta que los niños especiales que estudian allí, no se encuentran registrados en el Ministerio de Educación”.
Carmen Hernández, representante de un niño especial, manifiesta que ellos no quieren que les presten servicio de guardería. “No es llevarlos y dejarlos allí, queremos que tengan los mismos beneficios y personal capacitado, como cualquier otro niño escolarizado”.
No hay cupo
Yasmileth Yépez, indica que en la escuela Simón Bolívar para deficiencia auditiva les facilitaron dos aulas para niños con otras condiciones. “Supuestamente eso era por dos años, ya pasó ese tiempo, y para este año escolar no pueden hacerse responsables de los niños porque sus conocimientos son dirigidos a la deficiencia auditiva. Los niños que estaban allí y que ya no tienen el espacio ni los docentes, quedan como población flotante”.
Informan que actualmente solo hay una escuela para niños con necesidades especiales, la Modelo de La Guaira, ubicada en Caraballeda, pero ya no cuentan con cupos disponibles porque la demanda superó las limitaciones del plantel./ar