¡Tenían que esperar a que ocurriera una tragedia! ¡Indolentes! Fueron algunas de las expresiones que se escucharon en la protesta de padres y representantes contra la Unidad Educativa Unidad Educativa Manuel Abad, donde se produjo la muerte electrocutado del estudiante venezolano de 15 años Daniel Paz.
Hace cuatro años, Daniel Paz emigró huyendo de la crisis económica de su natal Venezuela, en compañía de su madre y tíos, quienes buscaron mejores condiciones laborales en Ecuador. Desde ese entonces llegaron al sector de la Cooperativa Jaime Roldós, en El Condado, norte de Quito, en vía hacia La Mitad del Mundo. Rápido consiguieron trabajo para los adultos y el cupo para que el adolescente estudiara. Todo iba bien.
Pero, el jueves 12 de mayo de 2022, Daniel, quien era destacado estudiante y muy apreciado por sus compañeros, armó una caimanera de fútbol, y a pesar de que una pertinaz llovizna caía sobre esa parte de la ciudad, salieron a la cancha.
Todo era alegría, competencia, sano entusiasmo adolescente, cuando en una acción propia del fútbol, Daniel cayó al piso y para reincorporarse tocó la malla metálica del cerramiento de la institución, y recibió una descarga eléctrica que fulminó sus sueños de estudiante destacado y de practicante de su pasión: el fútbol.
En los exteriores de la Manuel Abad, entre lágrimas, Dayana Tobar contó que su sobrino era un niño tranquilo, amado por sus familiares y destacado estudiante. Le gustaba jugar fútbol, y sus compañeros lo seguían.
“Morir a los 15 años y de esta manera es lamentable, nadie se lo esperaba, imagínese, mandamos a la escuela a nuestros niños con la convicción de que van a estar bien, de que van a tener a alguien que los eduque y esté pendiente de ellos, pero nadie estuvo ahí”, sostuvo su atribulada tía.
Los padres y representantes se hicieron solidarios con la familia de inmigrantes venezolanos, y decenas se apostaron protestando frente a la Unidad Educativa, pidiendo justicia para Daniel, que se castigue a los directivos a quienes consideran responsables de esta tragedia, porque hace más de tres meses, los bomberos estuvieron en el sitio y alertaron a las autoridades del plantel sobre el riesgo que corrían los estudiantes, por la cercanía de la malla a una fuente de electricidad de alta tensión.
“No tomaron medidas básicas de prevención”, ay ahora deben responder por eso, dijo una de las madres ecuatorianas solidaria con la familia Paz, y también dejándose sentir porque quiere que sus hijos no se expongan también a una tragedia por la incapacidad de los directivos.
Ahora, esperan resolver los trámites en la morgue, para velar los restos de Daniel, aunque primero esperarán que llegue su papá, quien aún vive en Venezuela. “Él quería hacer muchas cosas de grande, pero lo que más le gustaba era el fútbol. Murió haciendo lo que más quería”, se consoló así misma la tía Dayana.
Amílcar Mejía, presidente del Comité de Padres de Familia, indicó que MinEducación les ofreció correr con todos los gastos del velorio, y cremación del alumno.
Desde la Subsecretaría de Educación del DMQ informaron que se decidió suspender las clases presenciales hasta encontrar la solución técnica y asegurar la integridad de los estudiantes. Hasta entonces, tendrán clases de manera virtual.
Foto: En el colegio Manuel Abad, padres de familia y estudiantes pidieron mayor seguridad para los estudiantes