El relevo con la antorcha de los Juegos Olímpicos de Invierno, empezó este miércoles en Pekín, que ya está preparada para realizar este evento global marcado por la pandemia y varios alertas de boicots por señalamientos de numerosas violaciones de derechos humanos en China.
Más de 1.000 relevistas cargarán con la llama por las zonas de competición de Pekín y de la cercana ciudad de Zhangjiakou, donde habrán competencias de esquí de fondo y snowboard, antes de la ceremonia inaugural agendada para el viernes.
En medio de las preocupaciones por el coronavirus, las autoridades quieren limitar la asistencia del público al recorrido de la llama olímpica y pidieron a los ciudadanos seguir la jornada por internet.
El trayecto de la antorcha en octubre de 2021, comenzó con varios activistas interrumpiendo la ceremonia de encendido en Olimpia (Grecia), con pancartas denunciando violaciones de derechos humanos en China.
Estados Unidos, Australia, Reino Unido y Canadá anunciaron un boicot diplomático alegando estos abusos, especialmente contra la minoría musulmana en la región de Xinjiang o contra el movimiento prodemocracia en Hong Kong.
Los organizadores y el gobierno chino, sigue una restrictiva estrategia frente al virus, y organizaron estas competencias en una «burbuja» cerrada de modo que las personas involucradas en el evento no entren en contacto con el resto de la población que podría resultar vulnerable. Su plan de «cero covid», significó limitaciones de movilizaciones fronterizas y largas cuarentenas a los que arribaban desde el extranjero.
Los atletas, delegaciones y trabajadores implicados en el evento se moverán en un circuito cerrado, completamente apartado del resto de la sociedad china para minimizar el riesgo de que se filtre el virus. Las aproximadamente 60.000 personas relacionadas con los Juegos deberán, además, someterse a un test de covid diariamente.