Ni por cisterna ni por tubería llega el agua, desde hace 20 días, a la calle principal de la Prolongación Soublette de Catia la Mar.
«La Gobernación debería de aprovechar los recursos por lo menos durante un año, para buscar una verdadera solución, que sea permanente, al problema del agua en el estado, y no gastarlos en fiestas», expresó Soledad Gómez.
Precisó que comprar agua a los cisterneros privados, es un gasto grande, cuando los trabajadores tienen los ingresos más bajos del mundo. «O compramos comida o compramos agua, el gobierno y los cisterneros nos tienen crucificados».
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