Con sus cuatro pequeños hijos, Oscarlis Quiroz convive en un rancho de tabla en Santa Eduviges. “Éramos tres familias en dos habitaciones y hubo que salir de la casa materna a resolver un espacio para mí y mis hijos”.
Informó que espera por reubicación aunque está consciente que la espera será larga porque hasta la fecha es poco lo que se ha hecho por las familias en alto riesgo y extrema pobreza. “Hay familias que tienen más de 15 años esperando”.
Señaló que las camas se mojan porque el zinc del techo está viejo y roto. También “pedimos que nos apoyen a mejorar la vivienda. No podía seguir arrimada y menos pagar alquiler por los pocos ingresos que percibe mi pareja”.
Han sido seis años en la vivienda que comparte con su padre. “Estoy censada, pero desde el consejo comunal ha sido poco el apoyo para mejorar nuestras condiciones de vida”.LL/yg