*300 millones de personas siguen de forma habitual los eSports
Gabriel Hernández
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En 1997, el californiano Dennis Fong entraba en el libro de Récords Guinness. ¿Su proeza? Ser el primer jugador profesional de videojuegos de la historia. Durante 5 años ganó todos los torneos en los que participó y lo apodaron el «Michael Jordan de los videojuegos”.
Los deportes electrónicos existen desde hace muchos años, pero es en la actualidad cuando están viviendo su mejor momento en términos de notoriedad, inversión y seguidores, gracias también a la expansión de internet, las nuevas tecnologías y plataformas.
Lo que en un principio eran torneos minoritarios o locales, en los últimos tiempos se ha convertido en un fenómeno social en el que no solo los jugadores profesionales están implicados, sino también los millones de fans de videojuegos y la clara audiencia que los siguen desde sus casas o llenan estadios de todo el mundo, desde Seúl hasta Berlín, pasando por Nueva York, Tokio o Madrid.
Actualmente, 300 millones de personas siguen de forma habitual los eSports, con algunos eventos que reúnen a más gente delante de las pantallas que el deporte tradicional.
Por ejemplo, la final del Mundial de League of Legends, juego de alta competitividad, siendo uno de los juegos más populares dentro de los deportes electrónicos, alcanzó los 75 millones de espectadores en 2017, más que la última final de la NBA en Estados Unidos.
La controversia
El debate sobre si es deporte o no siempre genera polémica, pero muchos de los expertos lo tienen claro, lo es. Gobiernos como el estadounidense o el alemán reconocen a los jugadores profesionales de videojuegos como atletas y el Comité Olímpico Coreano ha concedido el rango de deporte olímpico a los eSports, incluso China ya reconoce a los eSports como profesionales dentro del mercado laboral.
La concepción de que es necesario un esfuerzo físico para que algo sea considerado deporte es un malentendido común. Un ejemplo claro lo tenemos en el ajedrez y el póker, que son reconocidos como deporte; o también en el tiro olímpico o el billar, donde el factor mental es lo que marca la diferencia.
Por su parte, el sociólogo y profesor universitario, Ignacio Ávalos, experto en la materia, asegura: “Es imposible considerar a los videojuegos como un deporte, puesto que aísla por completo a las personas, no es una actividad que logre generar un intercambio directo de fuerza, interacción, y otros elementos que son necesarios para considerar una actividad física como deporte”.
A pesar de ello, cada vez surgen más estudios que demuestran que los atletas de los eSports se ven sometidos a un desgaste similar al de los atletas tradicionales.
Uno realizado por la Universidad Alemana del Deporte en Colonia revelaba que, en partidas profesionales intensas, los jugadores de los eSports generan niveles de estrés similares a los profesionales del motor en carreras rápidas. El estudio concluía: «Los eSports son tan exigentes como muchos otros tipos de deportes, sino más».
Por otra parte, y según datos de la agencia SuperData, los eSports generaron un total de 1.500 millones de dólares en 2017. Teniendo en cuenta que el volumen en 2016 fue de 900 millones, se espera que alcance los 2.300 millones para 2022. De igual forma, la agencia también determinó que la audiencia global puede alcanzar los 276 millones de personas en 2022.
Expectativas a futuro
El interés del Comité Olímpico Internacional (COI) por incluir los eSports en una próxima edición de los Juegos Olímpicos es público, pero todavía no existe una fecha definida para ello. El presidente del COI, Thomas Bach, reconocía ya hace meses que su línea roja son los juegos de violencia, sin citar ninguno en particular.
En definitiva, no parece nada prematuro que los eSports como disciplina deportiva y sus juegos sean dignos de las máximas medallas olímpicas. Por ello, nada más ambicioso para los fanáticos y seguidores de los eSports que su deporte favorito tenga presencia oficial durante las próximas citas de los juegos olímpicos a realizarse en París 2024 o en Los Ángeles 2028./jd