Luisana Brito, luisanablaverdad@gmail.com.- Para los habitantes de La Esperanza 1, en Carayaca, el servicio de recolección de desechos es precario e inconstante, a tal punto, que el camión que se encarga de prestarlo, tenía más de una semana que no pasaba por el sector “Las Colinas”, donde por no tener contenedores, se ven en la necesidad de colocar los desechos sobre las aceras públicas, impidiendo así, el paso de los transeúntes.
Explican que la noche del miércoles, el camión subió, y solo recogió unas cuantas bolsas, dejando a su paso un reguero con los restos de los desperdicios que no pudieron recolectar.
“El camión viene esporádicamente, solo cuando recuerdan que aquí habitamos seres humanos y que estamos expuestos a enfermedades por la contaminación en la que estamos sumergidos. Es un hedor permanente que tenemos que soportar, porque llamamos a la Alcaldía y no nos prestan atención. Las calles están todas sucias y da pena esta situación. Antes, el aseo era impecable; tenían un horario fijo y uno sacaba la basura diariamente”, manifiesta Amarilis Menéndez.
Se mantienen a punta de cisternas
Con respecto al servicio de agua por tuberías, Méndez refiere que, después de la tragedia del año 1999, no cuentan con el mismo, y que solo se abastecen con cisternas que les manda Hidrocapital, una vez al mes.
“Dos o tres cisternas no alcanzan para toda la comunidad y menos si tardan tanto tiempo en venir. Cada 15 días tenemos que pagar tres mil bolívares por el alquiler de los camiones privados, porque ni siquiera los de la Gobernación vienen a prestarnos apoyo”, ratifica Méndez. LB/ mp