El hecho de que la activista por los DDH, Rocío San Miguel, detenida por varios delitos, entre ellos traición a la patria, tenga también la nacionalidad española, ha encendido las alarmas en esa nación europea.
El ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, José Manuel Albares, “ha mantenido una conversación telefónica con su homólogo Yván Gil, para tratar la situación de Rocío San Miguel.
También abordaron la expulsión del personal de la oficina de Naciones Unidas para los Derechos Humanos (Acnudh) por “agredir la soberanía y autodeterminación del país con mentiras, falsificaciones, desinformaciones y manipulaciones”.
El gobierno de España ha sido uno de los más acérrimos defensores de la resolución de los problemas de Venezuela mediante el diálogo y la negociación.