Doriana León, dorianaleonlaverdad@gmail.com.- La escasez de medicinas en el país ha afectado directamente la salud de los pacientes crónicos, pues al incumplir sus tratamientos, aumentan las probabilidades de complicar su cuadro clínico.
Pacientes diabéticos, hipertensos, epilépticos y cardíacos dicen que solo les queda rezar al incumplir la ingesta de sus medicinas, y “pedirle a todos los santos” que los libre un colapso o descompensación metabólica.
Milagros Marval asegura que su mamá lleva un mes sin tomar el medicamento para la tensión, “porque no se consigue ni debajo de las piedras”. Asegura que al dejar de ingerir el fármaco, ha comenzado a sentirse mal. “Uno todos los días reza para que no suceda lo peor. Busco por todas las farmacias del estado, en Caracas y con familiares en el interior del país infructuosamente. Estamos viviendo una situación dramática y el gobierno debe reconocerlo”, dijo.
Muchos pacientes con patologías de base se apegan a lo natural, manteniendo “dentro de lo posible” una dieta saludable e ingiriendo infusiones de hierbas “que ayudan a nivelar la presión”. Sin embargo, la receta médica debe cumplirse a cabalidad para mantener los niveles de salud.
Moraima Bracho, afirma que desde hace tres meses no ha conseguido el medicamento Nebilet, recomendado por su médico para tratar su cuadro cardiovascular. “Uno pasa mucho susto al no tomar la medicina, porque aparte con estos calorones estamos expuestos a sufrir una crisis”, narra la mujer quien asegura que a su edad, nunca antes había visto una escasez tan acentuada y generalizada como la que se vive actualmente en el país.
Los productos de uso dermatológico, así como las vitaminas en general, también se encuentran fuera de stock en las farmacias del estado. Rosario Hernández comenta que lleva meses recorriendo las farmacias de Vargas y Caracas sin dar con los productos que busca. “Yo tengo una patología traumatológica que amerita la aplicación de complejo B y llevo tiempo sin conseguirla. La última vez que la compré fue el año pasado y estaba en más de 1800 bolívares la presentación de tres ampollas. Es un monto muy difícil de pagar”, dijo.
Los diabéticos son otros que “pasan roncha” con la escasez. Explican que actualmente no se consigue la Pentocilina, utilizada como tratamiento para mejorar la circulación de los afectados. Tampoco hay la insulina Lantus, aplicada en adultos y niños con diabetes mellitus tipo uno y dos, que requieran insulina basal (de acción prolongada).
Escasez de principios activos acentúa fallas en producción
La falta de aprobación de divisas para adquirir principios activos necesarios para la producción de medicamentos en el país, es la principal causa de la escasez que reina actualmente en el sector farmacéutico del país.
De acuerdo con información suministrada por proveedores y farmacéuticos de las principales botiquerías del estado, la producción de los medicamentos en el país depende actualmente de dos factores elementales que en la mayoría de las ocasiones dilata el proceso, alargando los plazos fijados para la entrega de las medicinas; las importaciones y la asignación de las divisas para la adquisición de la materia prima en el exterior.
Los laboratorios trabajan con planificaciones anuales o semestrales, realizando los cálculos estimados de consumo para la fijación de las metas. “Desde un año antes, los encargados de los laboratorios toman sus previsiones y ordenan los recaudos correspondientes para la obtención de los dólares preferenciales, para proceder a solicitar la adquisición de la materia prima. Una vez realizada la importación que puede tardar entre 15 días y un mes, se realizan los controles de calidad de los químicos, que también pueden demorar unas dos semanas para luego pasar a la fase de fabricación del fármaco”, indican.
Luego de haber sido fabricado el producto, este es sometido a nuevos controles de calidad. El proceso con los medicamentos líquidos (jarabes y soluciones inyectables), es más tardío que el de los fármacos en tabletas.
Tras todo este proceso es que los medicamentos pasan a las droguerías y de allí a las farmacias./DLR