Para los vendedores de menú elaborado a base de especies marinas, los gastos operativos se han triplicado en las últimas semanas, ya que el precio de la materia prima está en alza. Muchos han prescindido de varias especies para abaratar costos.
“Por ejemplo, el plato de pescado frito tiene varios precios, pero el más barato es de Bs. 350. Dependemos del precio en las pescaderías que suben todas las semanas. Además, los contornos están por las nubes. Un plátano está en Bs. 18, mientras que el aguacate no baja de Bs. 250 el kilo. Diariamente gastamos en queso Bs. 1.300. Es difícil mantener los precios así, porque hay que pagar nómina y servicios”, explicó Pablo Mata, comerciante del Mosquero de Maiquetía.
Indica que trabajar con mariscos amerita una alta inversión. El kilo de camarón sin concha llegó a Bs. 1.600, para elaborar una olla de fosforera se invierten entre Bs. 12 y 16 mil. “Además lidiamos con la escasez de agua y pagamos cisternas para llenar los tanques que nos cobran Bs. 1.500”, agregó Mata.
Varguenses se las ingenian para mantener tradición
El pescado no para de subir, impidiendo a los comerciantes mantener los precios y haciendo dudar a los varguenses si podrán o no mantener la tradición durante la Semana Santa. Anteriormente, la gente solía ingerir pescado durante toda la cuaresma, pero con el alza de los precios es un lujo que pocos se pueden dar.
Muchos coinciden en que tratarán de mantener la costumbre, intentando golpear lo menos posible el bolsillo. Lo más solicitado durante el asueto son la aguja blanca, cazón y pargo que rondan los Bs. 700 el kilo. /MEM/kb/Foto: Antonio Domínguez