Escasez de alimentos y medicinas aumenta cuadros depresivos y estados de ansiedad
Doriana León, [email protected] La crisis económica, la inseguridad, el desempleo y la dificultad para comprar los medicamentos y alimentos, ha generado una mayor predisposición en la población, aumentando los estados de ansiedad y complicándose en la mayoría de las ocasiones con cuadros depresivos al no obtener lo que se busca.
Médicos psiquiatras, detallan que las mujeres son las más afectadas por la situación, “pues son ellas, generalmente, quienes asumen la responsabilidad de hacer las colas o salir a la caza de leche, pañales, medicinas y productos de la canasta alimentaria en general”.
Pacientes con edades comprendidas entre los 35 y los 60 años son los más afectados psicológica y emocionalmente. “Las personas en edad productiva ven con mayor frustración la situación. Al ver los precios elevados, las pocas posibilidades de crecimiento y la inseguridad que los asecha constantemente se complica el cuadro”.
Ansiolíticos se mantienen agotados
Por la alta demanda y la poca oferta, los fármacos y psicotrópicos utilizados para pacientes con cuadros de ansiedad se mantienen agotados en las principales farmacias de la región.
En Maiquetía, algunos de los medicamentos que se mantienen escasos son Lexotanil, Ativan, Risperid, Carbamazepina, Fenobarbital, Zyprexa, Rivotril, Sertralina y Alproil.
Todos estos fármacos son de tratamiento continuo y deben ser utilizados por pacientes crónicos con afecciones como convulsiones y epilepsias. En las farmacias de los centros asistenciales como la de La Sanidad sólo se consigue un 15% de las medicinas para tratar patologías del sistema nervioso
Jorge Farías aseguró que lleva varias semanas buscando Rivotril para su esposa que mantiene un cuadro depresivo agudo. “Ella además mantiene tratamiento a base de psicotrópicos para calmar el dolor y tampoco se consiguen”.
Actividades al aire libre para no caer en depresión
Para liberar el estrés generado por la crisis en el país, el especialista recomienda que las personas dediquen tiempo al esparcimiento, la recreación y las actividades deportivas al aire libre. “También es fundamental que la gente no caiga en rumores. Muchas veces se generan comentarios a través de las redes sociales que afectan emocionalmente a los pacientes”.