* En 70% de las escuelas los insumos llegaron incompletos
Beatriz Rodríguez.- A juicio de la profesora Carmen Monasterios, presidenta del Sindicato de Trabajadores de Vargas, solo 30% de los planteles educativos del estado están recibiendo un menú balanceado por parte de la Corporación Nacional de Alimentación Escolar (CNAE).
Señala que en muchas oportunidades los docentes sacan de sus bolsillos para pagar el transporte de los alimentos desde Mercal.
Refiere que ese programa, denominado anteriormente PAE, y hoy es CNAE, solo tuvo un cambio de nombre. Este año fue desmejorado de manera considerable.
“Dejó a la mayoría de los beneficiados sin los nutrientes necesarios lo cual desfavorece su desarrollo psicomotor y cognitivo; sin duda, que tendremos niños débiles y con bajo coeficiente intelectual”.
Para el nuevo año escolar se deben implementar políticas que en realidad favorezcan a los estudiantes, porque ellos representan el futuro y no se les debe seguir condenando a una mala alimentación que solo les traerá problemas de salud.
Explica que en las escuelas bolivarianas les dan desayuno y almuerzo. “La mayoría de las veces consiste en un bollito y un manjar que es pura agua. Los niños se los comen porque la situación que viven en su casa es grave, y sus padres los mandan a las escuelas al menos para asegurarles el alimento”.
Monasterios detalla que la organización que ella preside monitorea las escuelas, y los maestros ya han referido a niños con mareos. “Se debilitan porque no consumen los alimentos requeridos según la pirámide nutricional. Eso que llamábamos alimentación balanceada, quedó en el pasado”.
Robo de alimentos
Otro de los problemas que contribuye a debilitar aún más la precaria alimentación de los alumnos es el robo de alimentos en los planteles. Así lo explica Jenny Regalado, dirigente de Sitravargas, donde al cierre del año escolar fueron contabilizados más de 300.
Los amigos de lo ajeno, tanto internos como externos, vienen cargando con todo y buscan la manera para llevarse la comida, dejando a la población escolar sin un bocado. “Da tristeza como venden lo robado en las comunidades adyacentes y lo peor es que nadie hace nada para detener este tipo de delito, que se convirtió una constante durante el año escolar”.
Regalado menciona algunos de los planteles visitados por el hampa: “el liceo José María Vargas, el preescolar anexo, Rafael Vegas, Lya Imber, la Roscio, Hugo Domínguez Sánchez, la Aranaga, Panamá, Guaicamacuto, Arrecifes, el Centro de Discapacidad Auditiva, la Suniaga y el más reciente, el de la Dirección de Educación, de donde se llevaron neveras y aires acondicionados” .
Insiste en la necesidad de colocar vigilancia en el período vacacional, para poder resguardar lo que queda en los planteles./jd