El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, ha advertido del riesgo de un desastre regional si la guerra entre Rusia y Ucrania se extiende al mar Negro, al tiempo que volvió a insistir en su punto de vista de que la reanudación del acuerdo del grano depende de Occidente.
Las declaraciones del presidente turco, efectuadas la noche del martes y reproducidas este miércoles por la prensa turca, tienen lugar días después de que barcos no tripulados ucranianos atacaran y dañaran primero un buque de guerra y luego un petrolero de la marina rusa en el Mar Negro al este de Crimea.
Kiev defiende el uso de drones navales en el mar Negro para acosar también a los puertos rusos de la anexionada península de Crimea y la Rusia continental con el fin de obligar a los rusos a salir de sus aguas territoriales.
“Hemos impedido hasta ahora que se viva una tragedia de este tipo (la propagación de la guerra hasta las costas turcas) aplicando meticulosamente la Convención de Montreux”, dijo Erdogan en referencia al tratado de 1936 que prohíbe el paso de buques de guerra de naciones beligerantes por los Dardanelos y el Bósforo.
Prometió que Turquía seguirá trabajando para ayudar a «salir del remolino a ambos bandos» y reducir la tensión.
Al mismo tiempo, subrayó que la reactivación del acuerdo para la exportación de cereales por el mar Negro, firmado hace un año en Estambul y suspendido el mes pasado, depende de los países occidentales.