Galvis Guzmán.- El evento internacional de fútbol sala sub20 masculino, impulsado por la Conmebol que se desarrolló en el polideportivo José María Vargas, en líneas generales podemos evaluarlo como de muy buen nivel organizativo.
Y la gente, la fanaticada de la disciplina, además de familiares y amigos de los jugadores criollos, le dieron un gran respaldo, lamentablemente, no llegaron a las instancias finales y eso se reflejó marcadamente en la asistencia posterior, una vez eliminados.
Pero ocurrieron dos cosas en el transcurso, que nos llamó la atención, aún cuando los entes gubernamentales regionales no lo reflejaron, sino solamente, le dieron valor, a imágenes de alegría y celebración por los triunfos del equipo nacional.
En primer lugar, entendemos que hicieron un gran esfuerzo gubernamental que obedeció a una gran inversión, desconociéndose la cantidad y de la procedencia de los mismos, para tener en estado óptimo las instalaciones sede y sus alrededores.
No sabemos si olvidaron o no alcanzaron los recursos para solucionar el problema de las constantes goteras que posee el techado del PJMV, el cual estamos padeciendo desde hace más de 10 años, incluso años atrás se hizo un evento allí donde parecía que llovía más adentro que afuera.
Este es un recinto deportivo, que es problemático en los tiempos de fuerte lluvia y que sufre los problemas de suspensión o paralización de los eventos en su interior cuando hace presencia las ráfagas lluviosas, cosa que es contradictoria que en un espacio con techo se limite las cosas por las consecuencias de este hecho natural ambiental.
El torneo de futsal no fue la excepción, hubo un juego que debieron suspenderlo a un cuarto del desarrollo de su primer tiempo por las goteras, que el equipo de mantenimiento trataba de secar, para continuarlo, produciendo, en medida pequeña, el retraso de los partidos.
Nos preguntamos. ¿ Será eterno estos problemas de goteras en el polideportivo ?..que con inversiones millonarias y con eventos internacionales, no se solucionan?…había que hacer mayor énfasis en los elementos de operatividad que en los elementos publicitarios. Esto en función de dar una completa buena imagen del estado.
El segundo punto, quizás sea impredecible, porque no se calculó la motivación de asistencia para el público. Lo cierto del caso, es que el desespero se hizo presente en el juego de Venezuela vs Colombia, y la capacidad del recinto se hizo insuficiente, al igual que la cantidad de boletos que se venderían o que se tenían previsto vender (Un dólar por persona), porque hubo un momento en que la gente forzó a la seguridad contratada, y con empujones pasaron cientos de personas sin control.
Fue tan preocupante la situación imprevista, que los organizadores con asistencia del gobierno colocaron como medida alterna, para el día siguiente, una pantalla gigante en la pista o cancha de fútbol para que los que no pudieran entrar vieran las incidencias del juego. Esto se debe analizar para eventos futuros.
La cultura en nuestro país en cuanto a eventos de gran magnitud se dedica mayor atención a la inauguración y menos a la operatividad, es decir al buen desarrollo del mismo, esta ha sido la conducta desde la cuarta república hasta nuestros días. Deben internalizar que los protagonistas del espectáculo son los atletas no los responsables de la organización.