Luis López.- Viviendas de tabla y zinc e incluso con techo de plástico, pisos de tierra, carencia de agua potable y red de agua servidas, son habitadas por más de 30 familias en el sector La Matica- La Jungla, parroquia Catia la Mar.
La promesa de una vivienda digna se mantuvo hasta que la empresa Construcciones 4 D concluyó los edificios en los terrenos del Canes. Solo tres familias resultaron beneficiadas, el resto quedó a la deriva, dijo Deysi Torres, afectada.
“Hubo permanentes reuniones y exigían recaudos en Ivivar, Habitat y Vivienda, pero la empresa concluyó la obra y las familias que sobrevivimos en pobreza extrema hemos pasado una vez más al olvido“.
Agregan los residentes que han perdido toda esperanza de ser reubicados, “Estos terrenos son estables y la opción es la dotación de materiales para que cada familia construya su casa, pero es lamentable que ninguna autoridad se haya preocupado en prestarnos apoyo. No contamos con los recursos y dependemos de la intervención del gobierno para salir de esta precaria situación”, dijo Omar González.
Por su parte, Denis Torres, informó que la electricidad también es ilegal y que personal de la construcción del Canes jugaron con la necesidades de cada familia al crear unas expectativas que no cumplieron, “Emplearon la mano de obra de esta comunidad y visitaron el sector cerciorándose que vivimos en condiciones precarias, porque no tenemos ingresos para construir una casa”.
Insisten los residentes de La Matica- La Jungla que al lugar acuden familias buscando un terreno porque la necesidad de vivienda los obliga a instalarse en cualquier lugar, “Será digno cuando hasta éste lugar llegue una mano solidaria”, sentenció./LL/mag