2 simpáticos hombres estratégicamente ubicados en sitios de afluencia de personas como cafés, centros comerciales de Chacao, abordaban a jóvenes entre 18 y 22 años, que consideraban más atractivas, y trataban de enamorarlas.
Muchas cayeron en la trampa. Aceptaron la invitación a un café o a cenar y luego… la seducción y el amor.
Los galanes que luego fueron identificados como Christian Salgueiro Climastone y Franco Rodríguez, se desvivían en elogios hacia las muchachas, les acariciaban su ego destacando sus cualidades físicas, les tomaban fotos normales en sitios públicos, preparándolas para pedirles fotos y videos un poco más íntimos. Todo un proceso bien orquestado.
Cuando llegaban a la intimidad ya no era extraño que el hombre le tomara fotos explícitas con consentimiento de la muchacha y también tomaban fotos y grababan las relaciones, esas sí disimuladamente, para venderlas por su red entre 50$ y 100$, sin que ellas lo supieran.
Iban más allá estos farsantes: Le proponían a “su enamorada”, escapar de la crisis económica y social de Venezuela, a Lima, Perú, donde ellos decían tener amigos y podían conseguir trabajo para los dos iniciar una nueva vida, libre de las angustias de vivir en Caracas.
-Yo te envío primero y allá te recibe un amigo que te va a atender en todo, mientras yo aquí organizo para irme después, decía el novo proxeneta.
Esta es una historia nueva en Venezuela, pero muy vieja en Cuba, por ejemplo, donde los proxenetas europeos iban con el plan de enamorar a muchachas bonitas, con las que hasta se casaban en Cuba, y se las llevaban para prostituirlas, tal como quedó registrado en la película El rey de la Habana, basada en una novela del escritor cubano Pedro Juan Gutiérrez, con guión de Pedro Juan Gutiérrez y Agustí Villaronga.
Algunas jóvenes disfrutaban la relación con cada uno de estos hombres tan especiales que “sí valoraban sus cualidades”, que exaltaban todo lo bueno que hay en ellas.
“Me sentía valorada”, dijo una de las víctimas que puso su denuncia en la Policía de Chacao.
¿Cómo iban a sospechar que aquella ventana al cielo que se les abría, era una trampa para extorionarlas y convertirlas en esclavas sexuales?
Pero, una de ellas metódicamente empezó a notar detalles del marcado gusto de “su hombre” por las fotos y videos, su insistencia en tenerla en poses cada vez más atrevidas. Y descubrió la trama:
“Me está utilizando para venderme”, pensó y le reclamó al farsante, quien ya descubierto empezó a tratar de extorsionarla abiertamente, exigiéndole dinero en dólares.
Fue la primera que puso la denuncia en la Policía de Chacao, que comenzó a desenredar la madeja que condujo al descubrimiento de una red de pornografía internacional denominada “Frank el Sexi”, que opera entre Perú y Venezuela, informó el director del Servicio de Investigaciones Penales (SIP) Manuel Ortiz, quien luego fue ratificado por el alcalde de Chacao Gustavo Duque.
Luego 15 mujeres más pusieron su denuncia y PoliChacao logró agarrar infraganti a uno de los 2 hombres, cuando enamorada a otra víctima potencial. Luego se descubrió que era trabajador de una institución pública y se rebuscaba como miembro de la red internacional. Luego cayó el segundo.