22 años tienen los habitantes de Valle del Pino, Caraballeda, que no reciben agua por tubería, y subsisten con la que baja de la montaña, debido a que un grupo de vecinos instaló una serie de mangueras.
“Hubo un tiempo cuando nos bombeaban el agua, pero no se daba abasto para las más de 70 familias que vivimos aquí, por eso instalamos esas mangueras y así nos ayudamos”, afirmó Carlos Sánchez.
Carolina Longa dijo que en ocasiones llama a su distribuidor para que le traiga 2.200 litros en 2 tanquecitos y llenar sus envases.
“Le pago 40 dólares que no son nada fáciles de conseguir, pero no tener agua en mi casa me estresa y me crea ansiedad, es por ello que entre mi esposo e incluso mi hijo pagamos para que nos abastezcan./IM/jd