“Todas las estaciones están igual: arruinadas. En todo el estado hay solo una ambulancia para atender los siniestros. En la estación de Caribe a duras penas tenemos un rústico y una mini bomba, pero aquí no hay nada. La poca moral es la que nos mantiene aquí, la mayoría ha renunciado”, comentó uno de los bomberos que dijo estar decepcionado de las autoridades locales y de su actual comandante.
Informó que duermen en colchones viejos y que a veces es mejor dormir afuera en las sillas o al aire libre, porque no cuentan con ventilación ni mantenimiento en los cuartos. La comida desde hace años tienen que comprarla y solo se movilizan esporádicamente.
“Hemos tenido suerte de que no se ha presentado un incendio. No sabríamos cómo responder, porque aquí en Vargas solo queda talento humano, pero nada de equipos ni vehículos”.
Recordó que la última dotación de carros la hizo el gobernador Antonio Rodríguez San Juan, “el actual gobernador es puro show y los servicios están en el suelo”.
Reiteró que desde Naiguatá hasta Carayaca las carencias son las mismas, “venimos a cumplir horario y estamos claros que debemos trabajar con las uñas si queremos salvar vidas. En los operativos damos lástima, hasta los uniformes dan pena”.
Mencionó que de más de 2 mil funcionarios solo quedan 93 atendiendo a la población, “destruyeron una institución que era vanguardia en el servicio de emergencia y prevención. Vargas está desasistida en caso de emergencias”./LL/va