Yorman Gámez.- Con un saco de problemas a cuestas, pero full de tradiciones y buenos recuerdos, Naiguatá llega este fin de semana al aniversario 305. Los naiguatareños consideran que la situación para la parroquia no está fácil. Si bien se sienten contentos con sus logros culturales y su aporte histórico, aseguran que en la actualidad padecen muchas fallas en los servicios públicos, sobre todo en materia de aseo urbano, transporte público, viviendas y caminerías, entre otras cosas.
Una de las pruebas más contundentes de abandono, es el estado que presenta el edificio donde estaban los antiguos vestidores y baños del balneario. La estructura, según José Domínguez vocero del consejo comunal, “quedó para servir de guarida a los delincuentes”.
Casco central repleta de huecos
En la avenida José María Vargas de la parroquia Naiguatá, abundan los huecos debido al constante tráfico de motos, vehículos y gandolas. Los habitantes le hacen un llamado a Invitrac para establecer un plan de asfaltado urgente.
En el casco central de Naiguatá, quedó paralizada la construcción del módulo policial de tránsito vial, por lo cual los habitantes de la zona exhortan a la jefa civil de la parroquia para que continúe con los trabajos de construcción.
Por otra parte, la cancha deportiva que se ubica entre el módulo policial y el CDI se encuentra en estado de abandono, las rejas están caídas, el piso está desconchado, el alambrado está por el piso, no tiene tableros de básquet ni cercas para jugar fútbol. Habitantes del sector piden a los entes del estado, que envíen una comisión de remodelación y reparación para mejorar la cancha deportiva./jd