Tremendo susto pasaron fanáticos y jugadores de los equipos Pelahuesitos y Terribles, cuando en un juego amistoso de béisbol infantil se vino abajo parte del techo del estadio de Anare.
“Gracias a Dios no hubo lesionados, pero pedimos al Gobierno que nos ayude a terminar de quitar las viejas láminas porque están en muy mal estado y, por supuesto, a reconstruir el techo lo más pronto posible, porque hay jóvenes deseosos de practicar deporte”, expresó uno de los padres de los niños.
Dijo que cuando los padres llevan a sus hijos a jugar beisbol lo hacen con la esperanza y la convicción de que sea un espacio seguro.
“Deben coincidir varios factores: los valores deportivos, la cordialidad entre los representantes de los equipos, la buena aplicación de las reglas y una infraestructura adecuada para desarrollo del juego”.
“Se han hecho muchos esfuerzos para que el béisbol menor suba de nivel en cuanto juegos y copas, sin embargo, ese esfuerzo que ha impulsado la evolución deportiva no ha ido acompañado del mantenimiento de nuestros campos, lo que trae como consecuencia que ocurran cosas como la que vimos en el juego del sábado entre las dos divisas más antiguas de Naiguatá: Terribles vs Pelahuesitos, categoría preinfantil”.
“No hacen falta las palabras, tampoco buscar culpables, aunque evidentemente los hay, pero estas cosas no deberían pasar en una liga como la del estado La Guaira”.LDS/jd