Un año llevan los habitantes de Mare Abajo sobreviviendo con el agua de quebradas, pues el servicio por tubería más nunca llegó y la respuesta de Hidrocapital fue el silencio.
Pedro Mendoza expresó: «Es duro lo que viven todos mis vecinos de Mare. El tema de la falta de agua se ha convertido en un problema de salud. Niños y ancianos deben salir a cargar a donde sea”.
Ya no temen enfermarse
Mendoza aseguró que la mayoría de los habitantes perdieron el miedo a contraer una enfermedad, pues lo que recogen en las quebrada lo utilizan para cocinar, bañarse y lavar su ropa.
“Estamos consciente de que podemos contraer una enfermedad, ya que el agua no es tratada, pero no tenemos otra alternativa. Muchos se han enfermado ya de amibiasis y de la piel”.
Las cisternas dejaron de ser una opción
Detalló que los bidones de 18 litros los venden en un dólar y les dura un día. «Ya los camioncitos dejaron de ser una opción. Aquí la mayoría somos asalariados y es imposible pagar 20 dólares por un tanque de 1.000 litros”.RR/jd