La parroquia Maiquetía ha sufrido apagones diarios desde hace varias semanas, lo que provoca que los artefactos eléctricos se quemen, manifiestan los afectados.
“Trabajo desde mi casa desde el inicio de la pandemia y he tenido que cambiar la fuente de poder de mi computadora 3 veces porque los apagones me las han dañado, además, cuando vuelve la luz el internet tarda horas en llegar”, explica Juan Fernández.
Agrega que comprar protectores para cada electrodoméstico no es factible porque cuestan entre 20 y 30 dólares. “No puedo gastar eso en una quincena, si lo hago no puedo comer”.
María Gabriela Vargas señala que ahora debe guardar sus proteínas en la nevera de su hermana porque se le dañó la suya.
“Desde que no tengo nevera me ha tocado hasta acostumbrarme a beber agua caliente. Esto es terrible. Nadie me va a reponer la nevera que se me dañó”.
Hasta 4 veces a la semana en Macuto
Los habitantes de Macuto tampoco aguantan más los bajones de luz casi a diario y responsabilizan a Corpoelec de los daños causados a sus electrodomésticos.
Los afectados manifiestan que a raíz de esto muchas familias han perdido desde aire acondicionado, televisores y otros artefactos, de los que nadie se hace responsable.
Carlos Ramos, habitante de la Calle del Medio, sector El Cojo, dice que los bajones de luz son hasta cuatro veces en la semana y permanecen por cuatro horas consecutivas.
Las familias afectadas exigieron solucionar estas variaciones de voltaje que causan daños, aunados a que los recibo de cobro llegan puntualmente. /HB/VC/jd