Como una falta de respeto describe Franggeri Mainores el último suministro de alimentos hecho por los CLAP en el sector La Plazoleta de la parroquia La Guaira. Tuvieron que esperar más de un mes para comprar solo dos kilos de harina de maíz, un café, una azúcar y un paquete de papel higiénico.
“Tengo cinco hijos a quienes debo garantizarles su comida, pero con esto no puedo. Esto no es regalado, no importa que sea más caro, pero que venga resuelto. Cuando nos quejamos debemos soportar atropellos y comentarios de mal gusto. ¿Por qué el Mercal sí da más productos?”, se pregunta.
Lamenta que poco a poco este se convirtió en el único acceso que tienen a los productos de primera necesidad, ya que “en los supermercados no se consigue nada porque todo se prioriza para estas bolsas. A veces mis hijos no van al colegio porque no hay qué darles. Necesitamos mejor atención en el tema de la alimentación”.
Hace un llamado a los voceros del comité a notificar con tiempo las ventas, ya que “al ser a última hora, hay quienes se quedan sin comprar por no tener el dinero. A mí me venden dos bolsas por la cantidad de personas en mi hogar, pero la vez pasada compré una porque no dio chance de sacar la plata”.MEM/va