Rubén Contreras, presidente vitalicio de la Sociedad Bolivariana de La Guaira, aseveró que en los gobiernos de la IV República siempre se atendieron las demandas de los trabajadores y a todas las centrales sindicales, además fue en la democracia cuando nació la Comisión Tripartita.
“En el Congreso había una comisión de política interior y otra donde se atendían los problemas de los trabajadores. Por allí pasaban representantes de la CTV, la Central Unitaria de Trabajadores de Venezuela y la Federación de los Empleados Públicos en demandas de sus reivindicaciones y el Poder Legislativo siempre apoyaba al Ejecutivo Nacional en estos reclamos”.
Destacó que la Comisión Tripartita fue creada en el segundo gobierno de Rafael Caldera. Estaba integrada por el Ministerio del Trabajo, Fedecámaras y las organizaciones sindicales. Cada vez que se discutían las contrataciones colectivas se reunían para conciliar y se tomaba en cuenta al empresariado por generar la mayor cantidad de empleo.
“Un hecho resaltante es que cuando Caldera llega al poder en su segundo quinquenio se consigue con la crisis bancaria que fue producto de las malas inversiones de los banqueros. Con un barril de petróleo en 7 dólares, toma recursos del Estado para pagar a los ahorristas y expropia esos inmuebles que hoy son las sedes del Min de Interior y Justicia (funciona en lo que era el Banco de la Construcción), la Fiscalía en el Banco de La Guaira y el Cicpc en el Italo Venezolano. Se aprobaron contrataciones colectivas, porque en los gobiernos democráticos nunca mal pusieron al trabajador, a pesar de los problemas, siempre buscaban beneficiarlos”.
Rubén Contreras trabajó durante 15 años en el Congreso como director técnico de la Comisión de Administración y Servicios. Dijo que todos los años les aumentaban el sueldo a los trabajadores del Poder Legislativo. Tenían unos de los mejores salarios del país junto a los de la Corporación Venezolana de Guayana, la Corte Suprema de Justicia y el Consejo Nacional Electoral.
“Los gobiernos democráticos, desde mi punto de vista, siempre estuvieron conciliando en la búsqueda de soluciones y de acuerdos. Yo estuve presente en la licitación de las trasnacionales, de los 8 bloques, entre ellos el Eurobuilding. Se acordó año de gracia en el pago de los impuestos, pero tenían que dar un valor agregado de mejorar el lugar donde estaban trabajando, dotar de viviendas a los empleados, arreglo de las viejas penetración y centros de atención”.
(Por: Laura De Stefano)