Son innumerables las denuncias que han realizado las familias afectadas en la comunidad José María Vargas, Carlos Soublette, a las autoridades responsables de la seguridad, pues los hurtos van en aumento y no han tomado cartas en el asunto.
Nuvia Alemán señaló que varios vecinos, incluyéndola, han sido azotados por el hampa. «Entraron a mi casa y se llevaron los uniformes de mis hijos, sus zapatos y hasta sus bicicletas que les trajo el Niño Jesús”.
Resaltó que tiene temor de que se lleven sus pertenencias nuevamente y le hizo un llamado a la policía. «Lamentable aquí tienen años que no pasa un policía y ellos están al tanto de los robos”.
Las gandolas continúan pasando
Otro de los problemas que se están presentado en la comunidad es que los gandoleros pasan a gran velocidad sin importarles que está prohibido el paso.
Los habitantes aseguran que deben dar la vuelta en el elevado de Pariata, ya que pasar por la vía interna está debilitando las estructuras de las casas porque las vibraciones son muy fuertes. RR/jd