* Deben suspender el servicio cada vez que llueve
Luisana Brito.- En emergencia se declara la Cooperativa San José de Carayaca, línea que cubre la ruta desde El Almendrón, en Carayaca, hasta el Terminal de Catia La Mar, donde usuarios tienen que esperar hasta dos horas para abordar un bus.
Alertan que de tener una flota operativa de 13 vehículos, solo seis están trabajando y a media máquina, así lo informa el presidente de la cooperativa, Freddy Rodríguez Pérez.
Refiere que con las fuertes precipitaciones han tenido que suspender el servicio por varias horas, ya que el mal estado de la vía, aunado a los cauchos lisos de los vehículos, les impide circular con tranquilidad.
Explica que los tramos más afectados son en la curva de La Pantaleta y la subida del sector Paraíso Azul, donde algunos carros se han deslizado por el pantano; y la avalancha de piedras pone en riesgo la seguridad de la unidad, la de los pasajeros y la del conductor.
“En Paraíso Azul hay un desagüe que está tapado y los carros se quedan atrapados. En la ruta existen 18 reductores de velocidad que son innecesarios, porque no hay escuelas ni hospitales cerca”.
Comenta que eso lo que hace es deteriorar los amortiguadores, terminales y ballestas, entre otras piezas de difícil adquisición. “Si a los frenos se les hacía mantenimiento cada tres meses, ahora tenemos que hacerlo una vez al mes”.
Otro de los lugares afectados es la vía de Las Tunitas, situación reportada por la organización Unión de Choferes del Municipio Vargas en nuestra edición del pasado 24 de noviembre, a causa del colapso de los drenajes.
“No nos podemos meter por la trocha de San Francisco porque también se encuentra en mal estado, y Picure está intransitable porque nunca le han hecho mantenimiento”.
Señala que este recorrido es más extenso, que de espichárseles un caucho se quedarían incomunicados porque es una vía poco concurrida, “además que no tiene alumbrado público”, señala Rodríguez.
Destaca que con el alto costo de la vida y un pasaje obsoleto de Bs. 160, se les hace imposible cubrir el mantenimiento preventivo de las unidades. Asimismo, refiere que la Proveeduría Socialista de la Alcaldía lleva cinco meses sin distribuir insumos.
“Tenemos siete buses accidentados, en su mayoría por cauchos. A mi carro se le explotó un caucho y se le espichó otro, tuve que comprar dos chivas a Bs. 5 mil cada una, y están en malas condiciones”, alerta el transportista./va