*Pacientes comen bollito, arroz y pasta sola
Beatriz Rodríguez
El hospital José María Vargas continúa con las deficiencias y así lo confirman familiares de los pacientes, sobre todo del área de obstetricia, quienes deben salir a comprar desde el pitocin hasta el material de sutura.
Miriada Ugueto explica que los médicos hacen serios esfuerzos para prestar el servicio porque no cuentan con los insumos ni los medicamentos necesarios.
Indica que su hija dio a luz y tuvo que comprar un Miovit en el mercado negro en Bs. 600 mil. “Es una vitamina del complejo B, pero ni eso hay en este centro hospitalario”.
Por otra parte, refiere que el menú sigue igual: un bollito, un poquito de arroz y pasta blanca “porque no le ponen nada de proteínas, lo que hace que los pacientes salgan más debilitados”.
Krisbel Delgado destaca que llevó a su hija con dolores de parto y se la devolvieron en dos oportunidades porque solo aceptan a las mujeres en expulsivo, lo que representa un verdadero peligro para las parturientas que viven lejos del hospital.
Dice que tuvo que salir a comprar el pitocin, medicamento utilizado para ayudar a inducir el parto. “Esto ha sido una agonía y lo peor es que no hay quien lo oriente a uno cuando se le presenta cualquier inconveniente”./jd