En El Rincón, Maiquetía, más de 300 familias tienen 15 días conviviendo entre las aguas servidas que se desborda frente al bloque 7.
El agua putrefacta se liga con los escombros y desperdicios que ha generado la proliferación de moscas, zancudos y gusanos por toda la acera.
“Hace un mes aproximadamente vino una cuadrilla de Hidrocapital y destapo la alcantarilla pero cada vez que llega el agua colapsa. Tememos que los niños y adultos mayores se enfermen. Reiteramos el llamado a Hidrocapital a tomar las medidas necesarias para que no se vuelva un foco de contaminación”, dicen los vecinos.
Por Hasbely Bolívar