Desireé Castro.- La recuperación de la cancha ubicada en Plazoleta el Calvo de la Guaira, lleva más de cuatro años de retraso; los vecinos se quejan de su mal estado, y que los niños de la comunidad no gozan de un espacio digno para pasar las tardes.
“Nuestros hijos no pueden recrearse sanamente por el mal estado de la cancha; no tiene techo, los pisos están desnivelados, tampoco tiene cercado. Tiene un arco todo oxidado. Necesitamos que vengan a repararla y evitar que sea tomada para otras actividades”, dijo María León, vecina del lugar.
Aseguró que ya han hecho llamados al Coronel Suárez para que arregle esta cancha como lo han hecho con otros proyectos de recuperación, pero aún no reciben respuestas.
Corpoelec no se ha presentado en la zona
Por otro lado, la cantidad de postes de luz dañados ha hecho que la delincuencia se desate en el lugar; por lo que los habitantes, a golpe de 8:00 p.m., se guardan en sus casas para evitar ser robados.
“Nos hemos cansado de enviar oficios a Corpoelec para que nos asistan, y nada. Tenemos aproximadamente 40 bombillos dañados. Ahora hay mucha inseguridad por la falta de luz, hasta entran personas encapuchadas a robar”, expresó Carlos Romero.
Aseguró que la comunidad cuenta con muchos callejones, y en la noche no pueden transitar libremente por el alto grado de inseguridad. Espera que pronto la empresa eléctrica asista al lugar para resolver la situación.
Problemas de salubridad atacan al lugar
Para la construcción del nuevo terminal de La Guaira, se cerró el dique de basura donde las personas lanzaban anteriormente sus deshechos sin realizar el debido proceso de saneamiento, por lo que han proliferado roedores por toda la comunidad.
“Ahora aquí hay rabipelados, ratas, ratones, todo eso; hay hasta serpientes, porque todos los animales que vivían ahí se vinieron al sector”, comentó María León. Pidió a la Dirección General de Salud que fumigue para exterminar estas alimañas y evitar que niños o adultos sean mordidos.
Con los servicios están desasistidos
Asimismo, el aseo público puede durar hasta mes y medio sin ir al lugar, por lo que la comunidad debe vivir llena de desperdicios y mal olor. “Aquí el camión de la basura dura mucho tiempo sin pasar, y las personas lanzan animales y todo lo que les provoque”, explicó José Acosta.
El agua es otro de los servicios poco constante, pueden pasar hasta tres semanas sin que les llegue el vital líquido.
Aclara que no cuentan con un consejo comunal que solucione los problemas de manera eficaz, pero que ya están en proceso de postulación para crear uno que dé soluciones a todas las problemáticas del lugar.
“Nosotros necesitamos un consejo comunal que trabaje de la mano con la gobernación y la alcaldía, para que vele por las necesidades de todos y dé respuestas más efectivas”, concluyó Acosta. DC/va