Doriana León.- Con malas condiciones estructurales, déficit de especialistas, falta de balance en la alimentación y escasez de medicinas, sobreviven los 37 abuelitos que residen en el geriátrico La Casota de los Abuelos en Macuto.
En la institución, dependiente del Instituto Venezolano de los Seguros Sociales (Ivss), los pacientes de la tercera edad son amenazados. “Si nos quejamos, nos dicen que nos van a botar”, señaló uno de los residentes quien pidió el anonimato.
Destacaron que no cuentan con ambulancias en el centro, solo disponen de un médico y tres enfermeras en el día, mientras que en las noches son atendidos por un auxiliar. “No hay equipos de primeros auxilios. De noche cierran todo y nos da miedo que se presente una contingencia y no tengamos como salir, pues muchos abuelos están encamados o en sillas de ruedas y no pueden valerse por sí mismo”.
Aseguran que el centro se ha convertido en una casa de paso, donde sólo se le garantiza la cama y la comida a medias. “Para conseguir las medicinas debemos valernos de nuestros recursos o llamar a algún familiar para que nos las compren”.
Señalan que las proteínas desaparecieron del menú diario. “En el desayuno nos sirven avena con agua, sin leche; para almorzar nos dan sopa y en la cena arepa”.
Piden que el Seguro Social humanice el trato en el centro, para garantizar un mejor servicio a los pacientes recluidos./DLR/ep