Ante las peores cifras de contagios en Cuba desde el inicio de la pandemia, se implementarán las restricciones de movilidad entre territorios en cuarentena y señalamientos de las casas e instalaciones donde pueda haber gente aislada.
El presidente, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, y el primer ministro, Manuel Marrero Cruz, encabezaron una reunión en la que se acordaron algunas de estas nuevas restricciones, que en principio se aplicarán en las zonas con mayor circulación del virus, como La Habana.
El Gobierno quiere prohibir la movilidad entre territorios donde se hayan establecido medidas de cuarentena y más patrullas de vigilancia para garantizar que se cumplen las distintas restricciones. Subrayan que aplicarán con más rigor las multas a los padres cuyos hijos estén en la calle y a quienes no usen correctamente la mascarilla o no guarden la distancia social.
Marcarán las viviendas donde haya personas en aislamiento y monitorearán los espacios públicos para evitar violaciones a las restricciones impuestas. Uno de los temas pendientes que tienen las autoridades cubanas es el control de las largas filas en los mercados, en consecuencia al desabastecimiento de productos de primera necesidad y donde se generan aglomeraciones de personas.
El ministro de Salud, José Ángel Portal, admitió que “a partir de la última semana del mes de enero el brote epidémico ha mantenido un patrón diferente”, con un repunte de los contagios y creciente transmisión del virus en territorios donde aparentemente estaba controlado.
Atribuyó esta realidad a una concatenación de factores, entre ellos las “deficiencias” en el cumplimiento de los protocolos, los retrasos en los ingresos de casos confirmados o sospechosos y la falta de cumplimiento de la cuarentena, de tal forma que “no siempre se garantiza el efectivo aislamiento comunitario”.