Luis López.- Entre el sector Las Perlas y Simetaca, parroquia Montesano, por lo menos 20 familias tienen ubicadas sus humildes viviendas en pleno cauce de la quebrada Curucutí. Las lluvias de este jueves no despertaron mayor alarma, pero no les fue fácil conciliar el sueño por temor a la crecida de las aguas, aunado a que desde hace diez años ha sido mínimo el saneamiento que se le realiza en este lugar.
Desde hace un par de días, una de las maquinarias de Infravargas ha estado despejando los sedimentos y la maleza desde el puente del Trébol. Los angustiados residentes esperan que avancen estos trabajos para que las lluvias no ponga en riesgo sus humildes viviendas y su seguridad.
En la parte del sector Las Perlas, por lo menos diez ranchos de latas y tablas han sido construidos en los últimos diez años en pleno cauce, según Luis Castro, vecino del sector.
Expresó que ni la limpieza ni la reubicación de las familias han sido atendidas por las autoridades.
Cinco años a todo riesgo
Yolaski López, con sus hijos y un familiar, reside en el otro extremo de la quebrada Curucutí, que es jurisdicción del consejo comunal de Simetaca. “Tengo cinco años en este rancho que compré por 15 mil bolívares. Vivía alquilada y era insostenible mantener a la familia y pagar el alquiler. Quiero salir de este lugar, pero ha sido poco el apoyo que hemos tenido”.
Dijo estar preocupada porque no limpian la quebrada. “Estamos conscientes que el lugar esta en riesgo, pero la necesidad nos obliga a convivir en estas condiciones de extrema pobreza”./jd