En alto riesgo viven más de ocho familias al final del callejón La Mora, adyacente al río Curucutí, en Carlos Soublette. Desde el deslave del 99, las casas quedaron con fallas estructurales, a lo que se suma la acumulación de desechos y proliferación de roedores.
Rudimar Acosta indicó que las viviendas tienen filtraciones y el techo se les cae a pedazos. “Cuando llueve hemos tenido que romper la pared trasera para resguardarnos de la crecida del río. Es una situación angustiante la que vivimos en este lugar”.
“Estamos cansados de falsas promesas”
Explicó que no tienen sanitarios por el colapso de las tuberías, situación que los obliga a realizar sus necesidades en bolsas y arrojarlas a la quebrada. “Nos han visitado un sinfín de autoridades, pero hasta ahora todo sigue igual. Son puras falsas promesas. Solo confirman que las casas no están aptas para ser habitadas y que todos debemos salir de aquí, pero pasa el tiempo y cada vez estamos peor. Están esperando que ocurra una tragedia para dar respuesta”.
Las familias señalaron que tienen sus papeles en regla y ya perdieron la cuenta de la cantidad de veces que han sido censadas. Indicaron sentirse burlados por el tiempo que ha pasado y aún no le dan respuesta.
Aumentan enfermedades por la contaminación
Acosta aseguró que más de 30 niños han padecido escabiosis, asma, bronquitis, gripes y dengue como consecuencia de la contaminación. “La insalubridad nos arropa en esta comunidad”. LC/ar