El testamento del millonario indio Ratan Tata de 86 años, presidente emérito del conglomerado Tata, y que fuera dueño de Jaguar, Land Rover y de la marca de té Tetley, cuyo patrimonio se estima en 109 millones de euros, dejó sorprendidos a familiares y colaboradores.
El empresario, que nunca se casó ni tuvo hijos, dejó instrucciones en su testamento para que Tito su fiel mascota pastor alemán, que siempre permaneció a su lado incondicionalmente hasta el fin de sus días sea el beneficiario de parte de su fortuna.
Dejó además parte de su herencia a su mayordomo y asistente general, Konar Subbiah, y a su cocinero personal, Rajan Shaw, reconociendo así sus años de servicio y dedicación. De esta manera, Ratan Tata, que según amigos cercanos, fue muy específico en dejar asegurado el bienestar de estos tres seres que fueron cercanos a él durante sus últimos años, tan solo decidió asignar una parte menor de su patrimonio a sus hermanos Jimmy Tata y sus medias hermanas Shireen y Deanna Jejeebhoy, algo inusual en la cultura india donde las fortunas suelen permanecer dentro del núcleo familiar.
Su legado también incluye la construcción del Indica, el primer automóvil diseñado y fabricado en India.