Doriana León, dorianaleonlaverdad@gmail.com.- La recomendación de los médicos a las embarazadas, desde el primer control prenatal, es mantener una dieta balanceada, sin embargo, al igual que el resto de la población varguense, ven con dificultad la compra de alimentos por la escasez.
“Conseguir proteínas, vegetales, frutas frescas, huevos, leche y yogurt es un desafío para muchas familias. La mayoría de las gestantes en Venezuela, actualmente están comiendo lo que pueden, sin cumplir con los reposos y cuidados que amerita su condición, simplemente porque la situación país no se lo permite”, señala la obstetra, Maira Villavicencio, quien resalta que hay madres con 8 meses de gestación haciendo colas.
“Desde la captación del embarazo se les prohíbe ingerir productos basados en harinas, pero no es fácil. Muchas se quejan de que no tienen con qué mantener la dieta ideal, lo que las pone en riesgo de complicaciones», indica.
Comer lo que se puede pagar
Crisbel Carvallo, con seis meses de embarazo, asegura que el elevado precio de los víveres, los bajos salarios y malos hábitos impiden concentrarse en la nutrición correcta. “Ahorita es muy difícil comprar la comida por la escasez y por ejemplo, la carne y el pollo están demasiado caros. El queso y las hortalizas también están por las nubes y uno tiene que medio comer lo que puede pagar, como mortadela, pasta y de vez en cuando algo de carne”.
Lisbeth Bello comenta que afortunadamente en los ambulatorios aún disponen de vitaminas, calcio y ácido fólico. “Yo me embaracé por la falta de píldoras anticonceptivas”, expresa al tiempo que recalca lo caro de la situación, pues todos los meses debe gastar al menos cuatro o cinco mil bolívares en análisis sanguíneos y ecografías./DLR/ir