Doriana León, dorianaleonlaverdad@gmail.com.- Solo en pagar ecografías, costear estudios sanguíneos y comprar las vitaminas recomendadas por el obstetra para garantizar la sana evolución del bebé, las embarazadas del estado deben gastar un promedio de 34 mil bolívares mensuales, pues en los hospitales y ambulatorio no garantizan los estudios ni suplementos gratuitos a las gestantes.
Esther Bejarano con tres meses de embarazo, asegura que en la consulta obstétrica del Seguro Social de La Guaira, solo le garantizan la asistencia médica. “La obstetra me mandó a hacerme unos estudios de laboratorio que los debo mantener durante todo el embarazo para evaluar nos niveles de glicemia, úrea, creatinina y ácido úrico. En el hospital deberían hacerlos pero en el laboratorio tienen el equipo de química dañado y no lo garantizan”.
Señala que además debe pagar por la ecografía que muestra en imágenes la evolución de su bebé. “Por ahí tengo que preparar Bs. 5 mil mensual para podérmelo hacer. Tengo tres hijos más y mi esposo no gana para cubrir todos esos gastos. Es necesario que a través de la Misión Niño Jesús garanticen estos análisis porque las embarazadas y nuestros bebés estamos desprotegidos. ¿Cómo nos controlamos si hay que gastar tanto y estamos en tiempos de crisis?”, reflexionó.
Las vitaminas que incluyen hierro, ácido fólico y calcio, y que deberían entregarse en los ambulatorios, poco se consiguen. Esto obliga a las mujeres encinta a comprar Calcibon natal, Maternavit y Dayamineral.
La dieta, otro dolor de cabeza
En las consultas, los ginecólogos le recomiendan a las mujeres gestantes mantener una dieta balanceada desde el primer mes. Sin embargo con la crisis económica que se atraviesa en el país, son pocas las privilegiadas que pueden disfrutar el menú a base de proteínas, vegetales, frutas frescas, leche y yogurt.
“La mayoría de las mujeres embarazadas en Venezuela, actualmente están comiendo lo que pueden y no cumplen con los reposos y cuidados que amerita su estado, simplemente porque la situación país no se lo permite. Hoy vemos mujeres en el último trimestre del embarazo haciendo colas para comprar alimentos, medicinas o pañales”, señala la obstetra Maira Villavicencio.
Bejarano dijo que su dieta se ajusta a lo que haya en la nevera. “Hay días en los que se come salado y otros en los que no. La prioridad son los niños y conseguir la comida para una familia numerosa es muy difícil”./DLR