María Lourdes Arráez.- En meses pasados un embalador hacía entre 100 y 150 servicios diarios, actualmente llegan a 30 al día, por lo que temen que las empresas que prestan el servicio recorten personal y queden desempleados.
Aunque prefirieron el anonimato, aseguran que a veces pasan horas sentados sin hacer nada por la baja cantidad de vuelos, además la situación también les afecta sus ingresos pues ya no tienen comisión y sobreviven con sueldo mínimo.
Por otro lado, la escasez y los altos precios de la bovina de envoplast hace que las ganancias sean mínimas, pues aunque pidieron un ajuste de más de 100 bolívares, el IAIM solo les autorizó un aumento de Bs. 50 y el servicio pasó de Bs. 350 a 400.MLA/yg